MEDITACIONES DE MARÍA MAGDALENA

 MARIA MAGDALENA
NOS INVITA A ORAR, A MEDITAR

La oración así como la meditación es un diálogo interior con nosotros mismos... Y con Ella. Te invitamos a seguir las meditaciones orantes que Ella ha inspirado a Fran Sancabal

Magdalena penitente, autor Tiziano

MEDITACIÓN ORANTE

YO, SOY YO 

Para comenzar esta senda, lo primero que debo hacer es liberarme de antiguas creencias religiosas y sociales, y después desapegarme de ellas y de lo que me rodea que me impide vibrar alto, celeste. 

Todos tenemos creencias religiosas, de una Iglesia, un rito, una filosofía. Y todas son necesarias mientras no estamos en la auténtica senda, que es, únicamente, la mía propia Soy un Ser único. Un Ser de luz. Un ser de amor. Un Ser libre. Un Ser… 

Todas las enseñanzas se basan en tres premisas: lo que nos dicen pertenecen al exterior de nosotras Nos enseñan en base a experiencias ajenas Se nos plantean como algo de obligada creencia y sumisión María nos enseña desde Su Experiencia, porque siempre es personal, única, y no quiere que la sigamos, sino que la vivamos desde la nuestra propia. 

Yo, Soy Yo. Y este es el primer paso de mi Camino Celeste. 

 Me miro en Ella y me encuentro

Medita acerca de esta oración: son palabras de amor, de esperanza y de liberación. Nos habla de para retomar la senda de vida espiritual y física, para re-encontrarnos con nuestra conciencia de seres de luz, tenemos que aceptar que somos nosotras: Yo, y lo demás es nuestro entorno que siempre debe ser amoroso.

 

María Magdalena de Artemisa Gentileschi

ORACION 

¿Me estás buscando? ¿Buscas la verdad? ¿Quieres conocer? 

 Siempre te han enseñado que debes buscar fuera, mirando al Cielo o en un altar, en un libro sagrado o contemplando a un maestro o maestra, siguiendo las enseñanzas de un líder o la senda de una iglesia. 

 ¿Me estás buscando? ¿Buscas la verdad? ¿Quieres conocer? 

 Te invito a frenar un poco la marcha, a detenerte a la vera del camino y respirar. 

 Sí, respira, profundamente, lentamente, saboreando el aire que entra en tu interior y te refresca. 

Respira. Ahora, detenida la marcha, sentado en la senda, puedes sentir-te, escuchar-te, conocer-te. 

 La verdad que buscas está en ti. 

¿Me estás buscando? Ya me has encontrado, porque estoy en ti, en el interior de tu Ser, en cada célula amorosa que forma tu esencia de divina humanidad. 

 Yo estoy en ti, y tú estás en mí. Juntos estamos en el Universo, sin tiempo, sin espacio, sin barreras, somos pura energía, exquisita vibración armónica, sonidos que hacen mover la espiral que conforma todo lo creado, la Creación. 

 ¿Me estás buscando? Ya me has encontrado

Medita acerca de esta oración: son palabras de amor, de esperanza y de liberación. Nos habla de que debemos dejar de correr en la vida y tomarnos el tiempo necesario para poder sentir-nos, amar-nos, encontrar-nos... Y que, con sólo pensar en Ella, en María, ya la has encontrado.